A diferencia de otras épocas del año, la primavera constituye una de las que más cuidado revierte sobre el estado o el aspecto de las zonas verdes. Tanto si se trata de un jardín público como privado o un huerto, durante este período es fundamental que se atiendan con corrección y con los productos adecuados todas aquellas plagas que puedan llegar a dañar la imagen de nuestros árboles o plantas.
De hecho, una de las principales razones por las que las empresas de fumigación de jardines (ver aquí) inician sus tareas de desinfección a partir del mes de marzo es porque se trata del período en el que empiezan a brotar y a florecer los organismos vegetales. De ahí que resulte fundamental que al fumigar jardines se tengan muy en cuenta tanto los tiempos de actuación como los métodos de control más adecuados para frenar este tipo de plagas.
Arañas, caracoles, babosas o pulgones. Cualquiera de estos insectos puede convertirse en el principal enemigo público del buen aspecto de cualquier jardín. Por este motivo, antes de iniciar la fumigación, resulta de vital importancia que se conozcan los tipos de insectos que pueden perjudicar la imagen de nuestras zonas verdes. A nivel municipal, cuando los tratamientos se llevan a cabo en parques públicos, es indispensable que el control de plagas esté fechado, sobre todo a la hora de evitar posibles infecciones y de mejorar la salubridad del entorno urbano.
Entre las herramientas utilizadas para obtener dicho fin, las empresas de fumigación de jardines (ver empresa de fumigación de jardines) utilizan pulverizadores adaptados a las dimensiones de la zona verde a tratar. Pueden emplearse desde los típicos rociadores manuales hasta los que incorporan cañones micronebulizadores para fumigar grandes distancias, ya que éstos permiten que la sustancia utilizada impregne cualquier zona de la planta sin provocar una dispersión ambiental del insecticida utilizado.
PRODUCTOS BIODEGRADABLES PARA UNA FUMIGACIÓN SOSTENIBLE
Entre las principales medidas que se recomiendan llevar a cabo a la hora de iniciar el control de este tipo de plagas se encuentra sin duda alguna la necesidad de utilizar productos que se descompongan de manera natural sin dañar el medio ambiente. Además, para garantizar la reproducción y la regeneración de aquellos organismos vegetales que se han visto dañados por la plaga, pueden utilizarse abonos foliares, que gracias a sus propiedades le devolverán al jardín su mejor aspecto primaveral.
La Asociación española de Parques y Jardines públicos (AEPJP), organismo sin ánimo de lucro creado para promover el conocimiento y profesionalización del sector de los parques y jardines públicos, te mantendrá informado sobre la fumigación de los jardines.