La primera fase de cultivo de tomate la tenemos que realizar en un semillero siendo necesario cubrirlo en los meses más fríos. Mantendremos la humedad del sustrato después de la siembra hasta que aparezcan los primeros brotes. Utilizaremos un sustrato especial de semillero, con lo que la germinación de la semilla de tomate puede tardar entre cinco a diez días aproximadamente
Para realizar el trasplante del semillero al terreno al que terminaremos de cultivar nuestra tomatera, tenemos que tener en cuenta que la planta de tomate este bien enraizada en el alvéolo del semillero y tenga de 3 a 4 hojas. El trasplante se puede realizar en el suelo o en un soporte de cultivo que al menos tenga una capacidad de 18 litros.
Cuando hagamos el trasplante podemos utilizar un sustrato ecológico como puede ser el humus de lombriz que le aportará durante el cultivo de la planta de tomate los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo de sus raíces.
Riego durante el cultivo de tomate
A la planta del tomate no le gusta quedarse sin agua por eso debemos hacer riego cuantiosos. Cuando la planta empieza a quedarse sin agua sus hojas comenzaran a enrollarse, lo que es un mal síntoma y debemos actuar rápidamente.
Los tipos de riego que debemos hacer durante la siembra del tomate serían:
- Inundación
- Goteo
- Tubo de exudación.
Abonado durante el cultivo de tomate
Necesitaremos un buen aporte de abono orgánico que incorpore al suelo los nutrientes necesarios para el desarrollo de nuestra planta de tomate como pueden ser los sustratos ecológicos que puedes ver en el enlace anterior.
También debemos aplicar abono de vía foliar o radicular para que nuestro cultivo no tenga ninguna carencia nutricional.
Entre estos fertilizantes ecológicos podemos destacar el aminoácido natural de la marca Flower. Un gran producto, sobre todo por su relación calidad precio.